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miércoles, 29 de agosto de 2012

HISTORIA GUÍA N°5 2do. AÑO


  • Cada uno de los 6 temas que han sido desarrollados en esta página del blog te ayudará  a completar las 6 consignas de tu Guía de Estudio N° 3.
  • El tema N°1  desarrollado en esta página del Blog corresponde a la consigna      N°1 de tu Guía de Estudio N° 3 y así sucesivamente.
  • Los temas desarrollados en esta página del Blog no constituyen una respuesta final a la consigna de tu Guía de Estudio sino más bien un recurso y una ayuda.
  • Recuerda que el color verde corresponde a 2do. Año.




Tema 1

Revolución Industrial




INTRODUCCIÓN
La revolución industrial es un cambio económico fundamental en la fabricación de productos elaborados, ya que empieza a utilizarse maquinaria. Surgió a finales del Siglo XVIII en Gran Bretaña, extendiéndose por toda Europa, y por todo el mundo después, a lo largo del Siglo XIX. Sus principales características fueron la aparición de la máquina, las innovaciones tecnológicas, la utilización de nuevas fuentes de energía, la organización del obrero en fábricas, la división del trabajo y la necesidad cada vez más grande de capital.
La revolución produciría un cambio en el sistema económico, ya que la necesidad de capital provocó la aparición del capitalismo industrial. La ideología del capitalismo es el liberalismo de Adam Smith, que se basa en la no intervención del Estado y en la siguiente afirmación: “La búsqueda del beneficio individual nos llevará a conseguir el beneficio de la sociedad”. La palabra clave es individualismo.
Durante el capitalismo industrial había gran cantidad de pequeñas empresas (empresas familiares), que podían autofinanciarse, aunque cada vez iban a tener más necesidad de capital. Los medios de producción eran de propiedad privada y se concentraban en manos de la burguesía. El proletariado no tenía ninguna propiedad, sólo la fuerza de su trabajo, que vendía a cambio de un salario.
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Hacia el año 1780, en Inglaterra, se produjo un cambio económico y social que originó la sociedad capitalista o Revolución Industrial.
En el Siglo XIX, desde Inglaterra, la Revolución Industrial se fue extendiendo a otros países, aunque en ellos se hablaba de industrialización para indicar que fue un proceso más lento influido por Inglaterra.
En la Revolución Industrial se crea una fuerte industria y se extiende el ferrocarril.
Causas de la Revolución Industrial
  • Aumento de la población: Desde el siglo XVIII las epidemias de peste fueron desapareciendo y el desarrollo de la agricultura permitió el crecimiento de la producción de alimentos y se produjo entonces un descenso de la mortalidad catastrófica (hambre, guerras, epidemias).
  • La mortalidad europea, igual que la mortalidad infantil, se redujeron.
  • La natalidad fue disminuyendo lentamente, aunque se mantuvo alta, como consecuencia el crecimiento vegetativo aumentó bastante.
  • El aumento de la población fue mayor en las ciudades. También se produjeron migraciones, especialmente hacia América.
    • Mejoras en la agricultura: Continuaron existiendo los recintos (concentración de las tierras en grandes propiedades) con el apoyo de los gobiernos, que permitieron la introducción de mejoras técnicas, además, algunas zonas se especializan en los cultivos más rentables.
    Las mejoras en la agricultura favorecieron la Revolución Industrial de 4 formas:
  • El aumento de la producción permitió alimentar a una población en rápido crecimiento.
  • Las mejoras técnicas redujeron el número de campesinos necesarios para trabajar la tierra, y proporcionaron mano de obra para la industria.
  • Los beneficios obtenidos por los terratenientes fueron invertidos en la agricultura, el comercio y las nuevas industrias.
  • Las necesidades de metales para los instrumentos agrícolas y la demanda de maquinaria, provocaron el desarrollo de la industria metalúrgica y siderúrgica.
    • Desarrollo tecnológico: El aumento de la demanda de maquinarias hizo que se produjeran innovaciones técnicas que aumentaron la producción y los beneficios. Estos inventos comenzaron en Inglaterra en el sector textil, al principio fueron inventos muy sencillos, construidos en madera y realizados por artesanos y personas sin preparación científica.
    El desarrollo tecnológico favoreció la Revolución Industrial en 2 aspectos:
  • Lo importante no es el invento, sino su difusión en la industria; un invento sólo se aplica cuando al empresario le sale rentable.
  • Cada invento no es muy importante en sí mismo, sino porque provoca nuevas innovaciones. La innovación más importante fue la máquina de vapor de James Watt que produjo consecuencias de gran importancia
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Tema 2


La Primera Revolución Industrial se inició en torno a 1780 en pequeños núcleos dentro de países europeos, pero el modelo por excelencia es Gran Bretaña. De lo primero que debemos hablar es de la revolución agrícola. En Gran Bretaña en esta época cambió el sistema de cultivo (Norlfolk), de rotación cuatrienal en la que desaparece el barbecho al utilizar las plantas leguminosas. Tras la ley de Cercamientos, se cercan los campos y aumentan las grandes propiedades desapareciendo las propiedades comunales. Esto lleva a un aumento de la producción, lo que implica una mejora en la alimentación. A partir de aquí, se pasa del ciclo demográfico antiguo al moderno, gracias también a las mejoras en la higiene, las vacunas, la desaparición de la peste negra, etc… Las consecuencias fueron el aumento de la demanda y de la mano de obra, lo que nos lleva a la revolución de la industria. En la industria textil, el algodón sustituyó a la lana. Además, se van introduciendo mejoras en el hilado y en el tejido, hasta que por fin aparece el telar mecánico (Cartwright). Las consecuencias fueron una disminución de los costes y un aumento de la producción. La industria textil, al igual que la ferroviaria, necesitaban grandes cantidades de hierro y carbón, lo que hace que se desarrollen de forma espectacular las industrias minera y siderúrgica. En los altos hornos empieza a utilizarse el coque para obtener hierro fundido, que posteriormente se somete a un proceso de pudelaje y laminado. La aparición del ferrocarril provocaría la revolución de los transportes y, posteriormente, del comercio, fomentada por los nuevos descubrimientos geográficos.
Todo lo anterior produciría un cambio en el sistema económico, ya que la necesidad de capital era cada vez mayor, lo que provocó la aparición del capitalismo industrial. La ideología del capitalismo es el liberalismo de Adam Smith, que se basa en la no intervención del Estado y en la siguiente afirmación: “La búsqueda del beneficio individual nos llevará a conseguir el beneficio de la sociedad”. La palabra clave es individualismo.
Durante el capitalismo industrial había gran cantidad de pequeñas empresas (empresas familiares), que podían autofinanciarse, aunque cada vez iban a tener más necesidad de capital. Los medios de producción eran de propiedad privada y se concentraban en manos de la burguesía. El proletariado no tenía ninguna propiedad, sólo la fuerza de su trabajo, que vendía a cambio de un salario. Además, era necesario que los trabajadores generasen un excedente, es decir, que produjesen más de lo que ganaban, ya que esto es el elemento esencial en el beneficio capitalista. Este beneficio es el principal objetivo del capitalismo. Además, se defienden la libre competencia y la no intervención del Estado, ya que todo está regulado por la ley natural de la oferta y la demanda. Para hacer frente a esa competencia, les empresas intentan reducir costes y precios, teniendo siempre en cuenta la renovación tecnológica para no quedarse desfasadas. Pero esto no es perfecto: cada cierto tiempo se suceden crisis provocadas por la sobreproducción, ya que no hay suficiente capacidad de compra. Sólo los empresarios más fuertes conseguirán superar la crisis y volver a generar demanda. Para todo lo anterior se necesita capital. Las inversiones realizadas eran relativamente pequeñas y los beneficios muy altos, por lo que las empresas podían autofinanciarse gracias a los capitales desviados del comercio y de los ahorros de pequeños propietarios agrícolas. Pero cada vez se necesitaba más capital para que las empresas mejoraran técnicamente, por lo que éstas se transformaron en sociedades anónimas y emitieron acciones u obligaciones. El capital de la empresa es fraccionado en partes (acciones), que son vendidas al público. Cada accionista es propietario de la empresa en una parte proporcional al número de acciones que posee y recibe la parte, también proporcional, de los beneficios de la empresa (dividendos). Si las empresas no quieren aumentar el número de propietarios, tienen la posibilidad de emitir obligaciones, que dan a los compradores un interés anual fijo hasta la amortización del capital que han aportado. Tanto las acciones como las obligaciones se cotizan en la Bolsas.
Por otra parte, los bancos alcanzaron más protagonismo a partir de la industrialización, aunque cobrarían más importancia durante la Segunda Revolución Industrial (capitalismo monopolístico). Había dos tipos de bancos: los bancos de inversión, especializados en préstamos a largo plazo y partícipes del capital de la empresa, y los bancos de depósito, donde se guardaban los ahorros de los particulares. Las entidades financieras se convirtieron en los suministradores de capital para las industrias, aunque se refleja más claramente en la segunda fase de la Revolución. Además, idearon sistemas para agilizar las transacciones (letras de cambio, cheques, etc...) y facilitaron los cambios con la emisión del papel moneda.




Tema 3


La segunda fase de la Revolución Industrial comenzó hacia 1870 en zonas como Francia, Bélgica, Alemania, EEUU y Japón. En esta fase se produjo una transformación en las bases económicas. Comenzaron a utilizarse nuevas fuentes de energía como el petróleo, la electricidad y el gas natural. Además, se empezaron a usar nuevos metales como el níquel, el aluminio, el cobre y el acero (hierro + carbono). El acero no se había utilizado mucho hasta ahora porque su obtención era muy costosa. Pero a partir de ese momento, nuevos hornos como el convertidor de Bessemer harían mucho más barato este proceso.
La industria característica de esta época es la industria química, productora masiva de sosa cáustica, abonos, explosivos (dinamita - Nobel), derivados del caucho (neumáticos Dunlop o Firestone), leche pasteurizada y condensada (Nestlé), medicinas, etc... Pero estas innovaciones ya no eran ideadas por gente sin cualificar, sino por científicos y técnicos tras largos estudios previos. Además, todo esto repercutiría mucho más en la vida cotidiana de las personas que las innovaciones de la Primera Revolución Industrial, por lo que la población tuvo que empezar a acostumbrarse a ellas.
Aunque la mayoría de las personas seguían dedicándose al sector primario, el sector servicios experimentó un gran desarrollo. Aparecieron más oficinas (máquina de escribir), compañías de seguros, tiendas, etc... Además, aunque muy lentamente, la mujer fue incorporándose al mundo laboral.
Aparte de esto, las comunicaciones y los transportes siguieron desarrollándose. Aparecieron la bicicleta, la motocicleta, el automóvil (motor de explosión - Daimler, Benz, Diesel), el tranvía, el avión (hermanos Wright), etc... En el campo de las comunicaciones nos encontramos con el telégrafo (Morse), el teléfono (Graham Bell), la radio (Marconi), etc... Con respecto a la imagen y el sonido se inventan el micrófono y el fonógrafo (ambos de Edison), la fotografía, el cinematógrafo (hermanos Lumière), etc...
En la Segunda Revolución Industrial se ensayaron también nuevas formas de organizar la producción y el trabajo dentro de las empresas, como el Taylorismo (división del trabajo) y el Fordismo (cadenas de montaje). Como consecuencia, se comenzó a producir en masa y se empezaron a elaborar productos estándares, necesitándose una mano de obra poco cualificada (mujeres, niños). Por otra parte, los antiguos maestros de los talleres eran sustituidos por ingenieros, ejecutivos y contables profesionalizados.
En esta etapa de la Revolución aumentó la necesidad de capital en las empresas. Esto unido a todos los cambios explicados anteriormente produjeron la evolución del capitalismo, que pasó de llamarse capitalismo industrial a llamarse capitalismo monopolístico. En esta fase, la necesidad de capital era aún mayor y las empresas aumentaron de tamaño. Las empresas individuales dejaron paso a las sociedades anónimas. Las pequeñas empresas no podían superar las crisis, por lo que se vieron obligadas a fusionarse con otras empresas. Los objetivos de estas fusiones eran fijar precios y reducir la competencia. La concentración empresarial podría clasificarse en horizontal (empresas que trabajan en el mismo ramo productivo) y vertical (sociedades de actividades complementarias). Financieramente, los convenios industriales se podrían clasificar en cártel, trust y holding. El cártel consiste en una asociación de empresas que establecen acuerdos para reducir o eliminar la competencia en el mercado de un determinado producto y obtener así un beneficio. El trust es el resultado de la fusión de varias empresas con la pérdida de su independencia productiva, comercial y jurídica para crear otra nueva empresa. Las acciones de la empresa resultante se reparten entre los nuevos socios según el valor de sus antiguas industrias. El holding es una sociedad financiera que posee participaciones en el capital de diversas empresas y que controla su actividad. Es utilizado principalmente por los bancos. Por último, también es necesario citar el monopolio, una situación del mercado en la que el fabricante o distribuidor tiene poder de mercado, es decir, tiene poder para fijar los precios, en los que los consumidores no pueden influir. En este caso, la competencia ha sido totalmente eliminada.
La revolución tecnológica y la gran expansión del mercado provocaron que aumentara la necesidad de capital. Este crecimiento económico estuvo acompañado por un aumento de los medios monetarios disponibles y de una circulación más rápida de la moneda (transacciones bancarias). Además, empezaron a aparecer los cheques, las letras, etc..., lo que disminuyó la circulación de billetes.
Los bancos experimentaron también un proceso de concentración paralelo al de la industria formándose poderosos grupos bancarios a nivel mundial.
Como hemos dicho antes, la necesidad de capital de las empresas era cada vez mayor, por lo que estaban obligadas a disponer de un banco o grupo de bancos que se lo garantizase. En esta situación, los bancos querían vigilar la marcha de las industrias, por lo que entraron a formar parte de las tareas de gestión. De igual forma, los empresarios querían estar representados en los bancos para controlar las inversiones. De esta fusión entre las empresas y los bancos nació el capitalismo financiero o monopolístico. Se le llama así porque es un sistema que tiende al monopolio al concentrarse el poder económico en manos de un pequeño grupo de grandes empresas cuyos objetivos son ejercer un control sobre el mercado, eliminando así la guerra de precios y, en definitiva, la competencia. Su último objetivo sería acabar con las crisis de sobreproducción.
Como podemos ver, durante todo este período se producen una serie de cambios que tienen mucho que ver con la situación del mundo actual.



Tema 4

El crecimiento demográfico y su interrelación con el desarrollo urbano

La mejor alimentación, resultante de la diversificación y de los mejores rendimientos de la agricultura, permitió disminuir la mortalidad infantil y alargar la vida de los europeos. A ello también contribuyeron los progresos de la medicina, especialmente el descubrimiento y la aplicación de la Vacuna para atajar las epidemias periódicas que diezmaban la población.
Los europeos casi se triplicaron en el transcurso del s. XIX, siendo su crecimiento más notorio en los países industrializados. Este aumento demográfico estuvo estrechamente unido al despegue industrial, pues al elevarse la población se contó con abundante mano de obra y un amplio mercado de compra que garantizaron las ganancias indispensables para nuevas inversiones. El mejoramiento tecnológico de la actividad agrícola liberó mano de obra y se produjo el éxodo rural hacia los centros industriales. Las antiguas ciudades fueron adquiriendo una nueva fisonomía, pues la aparición de las fábricas y la aglomeración demográfica impusieron cambios urbanísticos por las urgentes exigencias de distribución de agua, servicios de alcantarillado, transportes, parques y lugares de esparcimiento.

Como consecuencias las profundas transformaciones económicas producidas por la revolución industrial provoca a su vez grandes cambios sociales. La aparición de las fabricas la introducción de la maquinaria en la industria hizo desaparecer en parte a los pequeños artesanos y agrícolas que no podían competir, ni en producción ni en precio, con las fabricas. Estas nuevas fabricas eran grandes naves donde trabajaban numerosos obreros que hasta entonces avían trabajado en las faenas agrícolas o en los pequeños talleres artesanales.
En las fabricas, la abundancia de mano de obra hizo que los salarios fueran muy bajos. Además, el obrero no estaba protegido en caso de paro, enfermedad o vejes, por lo que, de no poder efectuar ningún trabajo quedaba sin sustento. Por otra parte al no existir control laboral por parte del estado fueron frecuentes las contrataciones de niños, no se acataban las horas de trabajo y esto provoco que los obreros tomaran conciencia de la situación y comenzaron a asociarse para defender sus intereses. Los obreros trataron de mejorar sus condiciones de trabajo y quisieron que los gobiernos europeos promulgaran una serie de leyes que reconocieran el derecho de la sociedad que limitaran la duración de las jornadas laboral y que regularan los salarios y las relaciones entre patrones y obreros.
Hay un conjunto de factores que explican él por que fue Inglaterra y no en otra parte del mundo donde surge la revolución industrial. existía paz interna el país tenia una excelente ubicación geográfica, siendo una isla, teniendo libre salida al mar por cualquier punto cardinal. En Inglaterra se había liquidado las relaciones feudales de producción, estas habían sido sustituidas por la pequeña producción tanto agrícola como artesanal de carácter individual independiente. El sistema de producción artesanal domestico había alcanzado un alto grado de desarrollo, convirtiendo ha Inglaterra en un proveedor de las necesidades mundiales y los pequeños artesanos no daban abasto el sistema artesanal domestico fue suplantado por ``empresarios mayores``.
En Inglaterra es donde se va a poner en practica una serie de invento mecánicos a partir de las primeras décadas del siglo XVIII
Que vienen a dar una mayor producción incentivado por el creciente aumento de la demanda de producción manufacturado. Entonces así pasa de una modalidad de producción domestica hecha por productores individuales, a una producción colectiva, social, masiva con el uso de las maquinas automáticas que no requiere de la energía animal humana o del viento, sino de un tipo de energía que primero fue el vapor, luego la electricidad y posteriormente petrolera que depende de poco personal para funcionar. 
Con la revolución industrial comenzaron a surgir los grandes centros urbanos la población se hizo cada vez más urbana y las relaciones capitalistas de producción afectaron todos los sectores de la vida económica. 


Las trasformaciones sociales

La revolución industrial tuvo hondas repercusiones en la sociedad. La burguesía desplazó definitivamente a la nobleza como clase rectora en los países occidentales. Los Lores ingleses, sin abandonar su carácter y conservando algunos de sus privilegios, se mezclaron con los burgueses y compartieron con éstos las ventajas del auge económico. En Francia y los Países Bajos la nobleza desapareció como grupo privilegiado. En Alemania, los nobles tuvieron que conformarse con hacer carrera en el ejército y en la diplomacia. Solamente en Rusia, escasamente industrializada, mantuvieron sus privilegios hasta el s. XX. En cambio, la burguesía —integrada por los empresarios industriales y los banqueros (alta burguesía), por profesionales como médicos, ingenieros o abogados, y por los comerciantes y pequeños empresarios (mediana y pequeña burguesía)— impuso su concepción de la vida, sus costumbres y valores. Estos giraron en torno a la riqueza y exaltaron las virtudes del ahorro metódico, de la constancia en el trabajo y del respeto del orden establecido.
El campesinado, arrojado del campo por la creciente mecanización de las actividades agrícolas, emigró a las ciudades y, junto al artesano empobrecido por el nuevo sistema fabril, dio origen a la nueva clase social: el proletariado obrero.
File:Reading the Hog Island News.png

El proletariado y la cuestión social

La concentración fabril agrupó a los trabajadores, les hizo sentirse solidarios de sus problemas y tomar conciencia de los mismos para buscarles solución. El proletariado se encontró sometido a duras condiciones que empezaron a conocerse gracias a los informes de médicos y sociólogos a partir de 1830. El trabajo se realizaba en jornadas superiores a las 15 horas diarias en fábricas inhóspitas. Algunos empresarios preferían, por razones de economía, contratar a mujeres y niños. El salario se regía por la ley de la oferta y la demanda, era bajo e inseguro. Tampoco existían leyes de previsión social ni sobre accidentes del trabajo. En ciertos casos, las condiciones de las viviendas obreras eran insalubres y favorecían las enfermedades.
El estado burgués, imbuido de la ideología liberal, consideraba que toda intervención para solucionar los problemas surgidos entre el capital y el trabajo era inútil, perjudicial e injusta, porque en toda actividad debían respetarse las leyes naturales y no limitar la libertad de los individuos. Aunque en Inglaterra, en 1802, se prohibieron los horarios que excedieran las 12 horas, y en 1819 el trabajo de niños menores de 10 años, solamente a mediados del siglo los gobiernos publicaron las primeras leyes sociales favorables a los obreros. Estas disposiciones fueron resultado de la presión de algunos intelectuales cuyos escritos despertaron un sentimiento humanitario, y de los movimientos organizados de los trabajadores. Las primeras fueron las diversas corrientes del "socialismo utópico". Entre sus exponentes se destacaron : Saint-Simon, Fourier, Proudhon, Owen.

La sociedad industrial modifica de forma muy importante en comportamiento demográfico frente al denominado Antiguo Régimen demográfico propio de la sociedad no industrial. La tasa de mortalidad desciende de forma considerable al mejorar las condiciones de alimentación y salud (aumento de la esperanza media de vida), seguida más tarde en su descenso por la tasa de natalidad y fecundidad, como consecuencia de la pérdida de la importancia de mantener familias numerosas (de hecho aumentan los costes debidos a los hijos, cuya mano de obra ya no se incorpora automáticamente a las explotaciones familiares como en la sociedad tradicional), y más tarde por la incorporación de la mujer al trabajo. Esos cambios fueron descritos por primera por la teoría de la transición demográfica aunque vuelven a ser revisados en la teoría de la revolución reproductiva.4 5

Tema 5


    Consecuencias de la revolución industrial - El capitalismo
    La revolución industrial operó un cambio en los aspectos social, económico, político y del estilo de vida de la humanidad, debido a la invención y la aplicación en gran escala de las maquinas.
    En lo económico:
  • Se incrementó un alto grado de rendimiento del trabajo y se redujo el costo de producción, lo que reporto un enorme crecimiento de las riquezas de las naciones industrializadas.
  • Se acumularon grandes capitales que dieron desarrollo a compañías y sociedades anónimas.
  • Se diseñaron, desarrollaron y perfeccionaron las vías de comunicación y los medios de transporte, haciendo posible el intercambio entre las naciones.
  • Se crearon las cámaras de comercio, las compañías de seguros, los bancos, etc.
  • Se desarrolla el sistema de rentas a crédito. Surgieron los métodos de publicidad y las competencias comerciales.
  • La artesanía y la manufactura no pudieron competir con la gran fábrica capitalista y fueron desapareciendo paulatinamente.
  • El modo de producción capitalista que se formó en el seno del feudal, había vencido ahora todas las formas de economía precapitalista, condenándolas a la ruina y el hundimiento irremisible.
  • En lo social:
  • Culminó el proceso de desaparición del campesino Inglés.
  • Aparecieron las grandes ciudades, que se convirtieron en centros industriales. Es decir, el abandono del campo y el aumento de la población de las ciudades.
  • Cambió radicalmente la estructura profesional de la población: a cuenta de la población agrícola se incrementó el número de personas ocupadas en las diferentes ramas de la industria.
  • La agudización de los problemas obreros y la organización de los trabajadores en gremios, sindicatos, etc.
  • La consecuencia principal de la revolución industrial fue la aparición de las dos clases de la sociedad capitalista: La burguesía industrial y el proletariado fabril, es decir, los 2 grandes grupos sociales: capitalista y obrero.
  • La aparición de doctrinas que alegan dar soluciones a los problemas sociales: socialismo, socialismo utópico, y la social-democracia, etc.
  • El desarrollo impetuoso de la economía acarreó un incremento del lujo y la riqueza de la burguesía y a su vez, de la pobreza y la indigencia en las masas trabajadoras.
  • En lo político:
  • Afianzamiento político de la burguesía.
  • El estado no interviene directamente como patrono en las actividades económicas, sino que auspicia la industrialización y regula la legislación social a favor de los trabajadores.
  • La industria ocupó una situación predominante.
  • Cambios en los modos de vida:
  • La población se concentró en las ciudades con actividad industrial.
  • La producción en serie abarató muchos artículos. Y así mejoraron las condiciones de vida.
  • El trabajo doméstico se hizo más corto, al incompararse miles de mujeres al trabajo industrial. Y las costumbres de la familia cambiaron a medida que las mujeres comenzaron a trabajar fuera del hogar.




Capitalismo
A medida que se desarrollaba el proceso de industrialización, iban cambiando los métodos de trabajo, de financiación de la industria y de comercialización de los productos, dando lugar a un nuevo tipo de empresas, cuyas características eran muy diferentes a las del antiguo taller artesano o a la manufactura. Ya no es un taller con un maestro y unos cuantos artesanos. Es una fábrica, con máquinas y muchos obreros, que pueden ser centenares, e incluso miles.
Los obreros de la fábrica no hacen la pieza completa, como anteriormente el artesano, sino que trabajan con máquinas, cada una de las cuales hace una parte del producto final. El obrero no es el dueño de la fábrica, porque la producción pertenece al empresario.
Para llevar a cabo todo el proceso hace falta mucho dinero, puesto que hay que pagar locales, materias primas, máquinas, salarios, impuestos. Hace falta capital; de ahí que el sistema se llame Capitalismo y los empresarios que invierten se denominen capitalistas. El capitalista es el propietario de la fábrica, de la maquinaria y de la producción.
Las primeras empresas industriales se pusieron en marcha con el dinero acumulado o ahorrado por una persona o una familia en otros negocios. Pero las grandes empresas del siglo XIX (siderúrgicas, ferrocarriles, navieras...), necesitaban tan grandes cantidades de capital para adquirir maquinaria, que una fortuna familiar no bastaba para ponerlas en marcha.
Para conseguir el capital necesario, los empresarios podían utilizar diversos sistemas:



  • Asociarse con otros empresarios y repartir los beneficios.
  • Solicitar dinero a crédito en los bancos, pagando intereses por la cantidad concedida en préstamo.
  • Crear una sociedad anónima (S.A.). El capital de una S.A. está distribuido en pequeñas partes, llamadas acciones, repartidas entre muchas personas, que reciben beneficios de la empresa proporcionalmente al dinero que han invertido y por lo tanto al número de acciones que poseen.

  • La Bolsa: Las acciones se compran y se venden en un mercado dedicado a ese tipo de operaciones.
    El precio de unas determinadas acciones en la bolsa no es siempre el mismo: si pertenecen a una empresa próspera, que reparte altos beneficios entre sus accionistas, las acciones pueden aumentar de valor; en cambio, si son acciones de una empresa en mala situación, baja el valor y puede no encontrar compradores.
    La función de una empresa no acaba con la fabricación del producto: hay que venderlo, lo cual puede originar tantas o más dificultades que la producción.
    Los empresarios del siglo XIX descubrieron pronto que vendía más quien fabricaba mayor cantidad y a menor precio. Por ello, era preciso perfeccionar constantemente las técnicas de producción.
    Los industriales nunca podían dar por definitiva su maquinaria, siempre podía haber un competidor con máquinas más modernas que consiguiesen precios más bajos y, por tanto, mayor facilidad de ventas. Por ello, para renovar su maquinaria, necesita continuamente grandes cantidades de dinero, de capital.
    Por otra parte, la mayoría de los empresarios procuraban reducir los costes a base de exigir muchas horas de trabajo a los obreros y de pagarles salarios muy bajos. También procuraban obtener las materias primas (algodón, lana, metales, etc.) al precio más bajo posible, lo cual dará impulso al colonialismo.
    Adam Smith:
    El escocés Adam Smith (1723-1790) publicó en 1776 “La riqueza de las naciones”. Se trata de una obra en las que se basaron las teorías de liberalismo económico, en parte, vigentes hoy día.
    Este autor parte de la afirmación de que la riqueza de un país se basa en el trabajo de sus habitantes. Para Smith lo que da valor a un objeto es la cantidad de trabajo necesario para producirlo. De ello se deduce que quien da valor a un objeto es quien lo hace, es decir, el trabajador.
    Pero cuando escribía Smith ya pesaban bastante en el proceso productivo las máquinas que se estaban introduciendo en la industria. Por este motivo, también valoraba la aportación del capital que sirve para pagar las máquinas que mejoraban la productividad del trabajo humano.
    Su otra idea central es la defensa de la libertad económica frente a la intervención del estado.
    Según esta idea, el gobierno de un país no debe intervenir nunca para regular y controlar el proceso de fabricación y venta de los distintos productos. La agricultura y la industria deben producir lo que quieran, como quieran y puedan. El gobierno tampoco debe regular el precio de los productos del mercado.
    La ley de la oferta y la demanda: Según Adam Smith, el precio de un producto depende de:



  • Su valor, determinado por el trabajo necesario para producirlo.
  • La aplicación de la ley de la oferta y la demanda.

  • Esta ley no la ha escrito nadie, es simplemente el resultado de la adecuación entre los productos que se ponen a la venta (oferta) y la cantidad que están dispuestos a adquirir los compradores (demanda).
    Si hay más oferta que demanda el precio del producto baja y el producto deja de fabricar.
    Si se da el caso contrario, el precio de los productos aumenta y los productos aumentan la producción.
    Adam Smith había expuesto los principios básicos del nuevo sistema económico: división del trabajo, ley de la oferta y demanda y libertad económica. Por eso a este sistema se le llamó también liberalismo económico.
    Los partidarios de la libertad económica consideraban que si se dejaba libertad para fabricar, comprar y vender, se conseguiría un equilibrio entre la oferta, cantidad de productos fabricados, y la demanda, cantidad de productos que los consumidores necesitaban adquirir.
    Como el empresario busca obtener el máximo beneficio de su producción, procura producir los artículos que la gente quiera comprar, o sea, lo que tiene más demanda.
    Si muchas empresas se dedican a producir lo mismo, el mercado puede llegar a estar saturado a causa de la superproducción.
    Entonces se puede originar una crisis económica: las fábricas venden menos y disminuye la producción, despiden a obreros y algunas cierran. Estas crisis se producían periódicamente, originando paro y miseria entre los obreros. Este fue el principal fallo del sistema Capitalista del siglo XIX y lo continúa siendo en el XXI.



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