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martes, 17 de julio de 2012

HISTORIA Guía N° 4 3er. Año


  • Cada uno de los 6 temas que han sido desarrollados en esta página del blog te ayudará  a completar las 6 consignas de tu Guía de Estudio N° 4.
  • El tema N°1  desarrollado en esta página del Blog corresponde a la consigna      N°1 de tu Guía de Estudio N° 4 y así sucesivamente.
  • Los temas desarrollados en esta página del Blog no constituyen una respuesta final a la consigna de tu Guía de Estudio sino más bien un recurso y una ayuda.
  • Recuerda que el color azul corresponde a 3er. Año.

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Tema 1

Los primeros  patrios (1810-1820)





  • b- Problemas económicos: las economías regionales se veían perjudicadas por el sistema de monopolio . Los criollos pretendían libremente con el extranjero.
  • c- Cuestiones ideológicas: se divulgaron nuevas ideas acerca de la igualdad, la libertad y la soberanía del pueblo.
  • d- Enfrentamiento entre las potencias europeas: España perdió supremacía, Francia dominaba el continente europeo e Inglaterra tenía el controlsobre los mares y gran parte del mundo.
  • e- La situación política de España: el rey español Fernando VII fue obligado a renunciar por Napoleón en 1808. Los españoles formaron Juntas encargadas del gobierno de las . Los criollos consideraron que al no existir el rey español tenían el derecho de elegir su propia forma de gobierno.

  • La Revolución de Mayo de 1810:
    A mediados de mayo, un barco inglés trajo la noticia de los últimos acontecimientos en . Al saber que había desaparecido la Junta Central española los criollos ya no aceptaron la autoridad del rey y exigieron la reunión de un Cabildo Abierto para discutír la formación de un  gobierno. Finalmente, el  de 1810, luego de tres intensas jornadas políticas, se formó la  Junta de gobierno patrio. La mayoría de sus integrantes pertenecían a los grupos militares (Cornelio Saavedra y Miguel de Azcuenaga) e intelectuales (Mariano , Manuel Belgrano y Juan José Castelli) que habían preparado el movimiento revolucionario. Se contaba también con la presencia de un  de la iglesia católica (Manuel Alberti) y de comerciantes españoles de importancia, como Domingo  y Juan Larrea, que podían gestionar la obtención de recursoseconómicos y disminuir las quejas de los españoles en el Río de la Plata.


    Los años que siguieron a la Revolución de Mayo fueron de gran inestabilidad política: se estaba organizando un  estado y no se lograba concretar un acuerdo sobre las formas de gobierno a adoptar. Después de la revolución de 1810, surgieron diferentes ideas respecto de la forma en que debía organizarse el país. Desde la instalación de la primera junta se sucedieron varios gobiernos: la Junta Grande (1810-1811), el Primer Triunvirato(1811-1812), el Segundo Triunvirato (1812-1814) y el Directorio (1814-1820). La guerra por la independencia tuvo graves consecuencias en vidas humanas y recursos económicos, además de generar inestabilidad política.

    El  de  de 1816:
    A comienzos de 1816 la situación era muy difícil para los patriotas. La contrarrevolución de los españoles avanzaba por todo el continente americano. El gobierno de Buenos Aires convocó entonces a un Congreso en Tucumán, donde el  se declaró solemnemente la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
    En  de Tucumán se debatió también sobre la instalación de una república o monarquía. Quienes preferían una monarquía argumentaban que un sistema de este  lograría el  reconocimiento de la independencia por parte de las potencias europeas; la instalación de una republica, podría   vista en la cortes europeas por su vinculación a los ideales de la revolución francesa. Entre 1817 y 1820 la política del Directorio se encaminó a concretar esta proyecto.


    Tema 2

    Tratados Interprovinciales

    La separación de las provincias, 1820-1829
    En 1820, luego de la batalla de Cepeda y la disolución del Directorio, Buenos Aires dejó de ser la capital del estado nacional. En la mayoria de las provincias los caudillos de la zona, personas influyentes, fueron elegidos como gobernadores. Algunos se habían destacado en la defensa de las fronteras o la lucha por la independencia. Otros eran importantes hacendados, convertidos en comandantes de milicias. Partidarios de las ideas federales, pretendían un gobierno central que respetara las autonomías de las provincias: que cada una pudiera elegir a sus propios gobernantes y manejar los recursos económicos de sus territorios. Entre los caudillos más representativos se encuentran: José G. Artigas (lider de la Banda Oriental y Entre Ríos), Francisco Ramírez (Entre Ríos), Estanislao López (Santa Fe), Juan B. Bustos (Córdoba), Facundo Quiroga (La Rioja), Manuel Dorrego y posteriormente Juan Manuel de Rosas (Buenos Aires).
    Durante todo este período de separación de las provincias, se establecieron diferentes tratados y pactos interprovinciales con el fin de aunar diversosobjetivos políticos y económicos. Entre los mas importantes, podemos mencionar:
    • Tratado de Pilar (23 de febrero de 1820): este tratado estableció la paz entre Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. Invitaba a las provincias a reunirse en un Congreso en San Lorenzo (Santa Fe) y declaraba la libre navegación de los ríos.

      El tratado de Pilar (febrero de 1820)

      Serratea se propuso llegar a un acuerdo con López y Ramírez, y el 23 de febrero firmó el Tratado del Pilar, el cual principalmente proclamaba la unidad nacional y el sistema federal, aseguraba la paz entre las provincias que lucharon en la batalla de Cepeda, declaraba navegables para las provincias amigas los ríos Uruguay y Paraná, concedía amplia amnistía a los desterrados y/o perseguidos políticos y establecía que Buenos Aires se comprometiese a defender a las provincias de un posible ataque portugués. También se convocaba a una reunión de representantes de las tres provincias en el convento de San Lorenzo Las principales disposiciones del tratado fueron que:
      • Proclamaba la unidad nacional y el sistema federal (preconizado por José Gervasio Artigas).
      • Convocaba, en el plazo de 60 días, a una reunión de representantes de las tres provincias en el convento de San Lorenzo, para convenir la reunión de un congreso que permitiese reorganizar el gobierno central.
      • Establecía el fin de la guerra y el retiro de las tropas de Santa Fe y Entre Ríos a sus respectivas provincias.
      • Buenos Aires se comprometía a ayudar a las otras provincias en caso de ser atacadas por los luso-brasileños.
      • Los ríos Uruguay y Paraná se declaraban navegables para las provincias amigas.
      • Concedía una amplia amnistía a los desterrados o perseguidos políticos.
      • Determinaba el enjuiciamiento de los responsables de la administración anterior “por la repetición de crímenes con que se comprometía la libertad de la Nación”
      • Disponía la comunicación del tratado a José Artigas, “para que siendo de su agrado, entable desde luego las relaciones que puedan convenir a los intereses de la Provincia de su mando, cuya incorporación a las demás federadas, se miraría como un dichoso acontecimiento”.
      • Un compromiso secreto entre los dos gobernadores federales y Sarratea preveía la entrega, a los dos primeros, de auxilios y armas. Los dos gobernadores fueron invitados por el gobierno de Buenos Aires, ciudad donde estuvieron en calidad de huéspedes.
      López y Ramírez, fortalecidos por su victoria frente a Buenos Aires, se encontraron forzados a desconocer la autoridad de Artigas ya que éste había sido derrotado en la Batalla de Tacuarembó por los lusobrasileños. Consideraban más correcto estratégicamente reorganizar sus provincias y abandonar de momento la guerra con los portugueses que les imponía la estrecha alianza con Artigas, quien por esto rechazó el tratado y los acusó de traición.
      Los gobernadores de Santa Fe y de Entre Ríos (y luego de Corrientes) consideraban ya inútil y demasiado peligroso continuar con la guerra contra la Invasión Luso-brasileña una vez derrotados, ya que suponían que esto arrastraría a sus provincias a una guerra defensiva en su propio territorio. Toda la Provincia Oriental, la parte Este de Corrientes y casi toda la Provincia de Misiones se encontraban bajo el poder de los invasores lusobrasileños, que podrían atacar a sus provincias impunemente. Para evitarlo, lo único que parecía viable era aceptar una alianza con los unitarios, aunque éstos fueran enemigos declarados de Artigas. Si tal alianza salvó a la Mesopotamia argentina de una anexión al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, sirvió para confirmar la anexión al mismo de la Banda Oriental.
    • Tratado de Benegas (24 de noviembre de 1820): este tratado puso fin a las hostilidades entre Buenos Aires y el Litoral. Estableció también la reunión de un Congreso en Córdoba y cancelaba así lo dispuesto en el Tratado del Pilar. Buenos debía pagar como recompensa económica a Santa Fe 25.000 cabezas de ganado El hacendado Juan Manuel de Rosas se hizo cargo de la obligación.

      La anarquía en Buenos Aires

      En los meses posteriores, Buenos Aires se caracterizó por el caos y la inestabilidad política. La provincia volvió a sufrir una invasión de López, tuvo varios gobernadores en pocos meses y hasta tres en un solo dia, el 20 de junio de ese año (mismo dia de la muerte de Belgrano), conocido como "El día de los tres Gobernadores", Ramos Mexia, el Cabildo y el general Soler. En estos días, careció en absoluto de autoridad.
      Finalmente, los porteños dejaron de lado sus diferencias para terminar con la invasión de López, nombrando gobernador a Manuel Dorrego qué, con el apoyo de las milicias de Martín Rodríguez y Juan Manuel de Rosas, derrotó a las fuerzas federales. Finalmente, el caudillo santafesino debió regresar a su provincia.

      [editar]Asunción de Martin Rodríguez

      Una nueva Junta de Representantes nombró gobernador a Martín Rodríguez, el 2 de septiembre de 1820; contaba con el apoyo de los propietarios rurales de la campaña y de la clase media y alta de la ciudad.
      Durante los inicios de su gobierno se produjo un levantamiento que contó con el apoyo federal, pero que fue sofocado a la fuerza por Juan Manuel de Rosas, que repuso al derrocado gobernador en su cargo.
      La Junta de Representantes le entregó al gobernador Rodríguez “el lleno de las facultades”, con las cuales le devolvió el orden a la ciudad.

      [editar]El Tratado de Benegas: Paz con Santa Fe (noviembre de 1820)

      Rodríguez trató de concluir la guerra con Santa Fe, para lograr restablecer la paz y seguridad en la campaña. El caudillo santafesino Estanislao López, con la economía de su provincia devastada, aceptó las negociaciones, para lo cual tuvo que renunciar a la alianza del caudillo chileno Carrera. Bustos, gobernador de Córdoba, realizó la mediación.
      Finalmente, en noviembre de 1820 se firmó el llamado Tratado de Benegas, que reafirmó la paz entre Buenos Aires y Santa Fe. Se acordó que Buenos Aires le entregase a Santa Fe 25.000 cabezas de ganado como indemnización por los gastos de la guerra.
    • Tratado del Cuadrilátero (25 de enero de 1822): se firmó entre Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, para poner fin a los conflictosarmados, conciliar intereses económicos y defenderse de la amenaza que representaba la presencia portuguesa en la Banda Oriental. En relación con la organización nacional, se determinaba no concurrir a la reunión del congreso de Córdoba prevista en el tratado de Benegas, pero quedaba abierta la posibilidad para la reunión de un futuro Congreso general. Se aceptaba la libre navegación de los ríos.

      El tratado del cuadrilátero (1822)

      El 25 de enero de 1822 se realizó el Tratado del Cuadrilátero entre Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. El pacto era principalmente un tratado ofensivo-defensivo ante la amenaza portuguesa y un acuerdo de libre navegación de ríos entre las cuatro provincias. El pacto establecía:
      • La paz y unión de las cuatro provincias y una alianza ante una posible agresión extranjera, de españoles o portugueses.
      • La libre navegación de los ríos para las provincias firmantes.
      • El retiro de los diputados del diminuto congreso de Córdoba.
      • Cualquiera de las provincias contratantes podía convocar un congreso cuando creyese llegada la oportunidad conveniente.
      • La alianza de Buenos Aires con las provincias del litoral, asegurada mediante subsidios a los gobiernos, le dio oportunidad de neutralizar a Bustos, organizarse y preparar un futuro congreso


    Tema 3

    Los caudillos en Argentina

    En la Historia Argentina del siglo XIX, se llamó caudillos a los distintos jefes de los ejércitos de las provincias argentinas, que combatían entre sí, y en particular a los que enfrentaron el centralismo de los gobiernos de Buenos Aires. Se trata, en general, de un término de uso militar. Éstos jefes militares utilizaban grados militares convencionales, sobre todo el de general o coronel. Tenían arraigo popular, y lograban reunir ejércitos de entre 500 y 7.000 hombres por su carisma y por la identificación con los intereses populares.
    La historiografía clásica ha denostado ese término y al Partido Federal al cual en general pertenecían, mientras que la corriente histórica revisionista ha reivindicado exitosamente su figura en el imaginario popular.2
    El caudillismo en la Argentina puede ser clasificado en tres grandes etapas: la de los caudillos de la Independencia que luchaban contra las fuerzas realistas como Artigas y Güemes; la de las Autonomías Provinciales enfrentándose a unitarios y otros caudillos como Quiroga, López, Ibarra, Heredia, Aldao, Bustos y Ferré entre otros, terminando con la victoria de Urquiza sobre Rosas en Caseros; finalmente hay una tercera etapa tras la victoria de Mitre en Pavón, estos caudillos encabezan revueltas de diversas provincias contra la hegemonía de Buenos Aires, destacan Peñaloza, Jordán y Varela.3

    Entre los caudillos más conocidos de la historia argentina, se pueden contar antes de 1852:



    Tema 4


    La Guerra del Brasil, o Guerra Argentino-Brasileña o Guerra rioplatense-brasilera (en portugués Guerra da Cisplatina) fue un conflicto armado que tuvo lugar en la década de 1820 entre las Provincias Unidas del Río de la Plata, que recientemente se habían emancipado de España, y el Imperio del Brasil, por la posesión de los territorios que corresponden a la actual República Oriental del Uruguay y parte del actual estado brasileño de Río Grande del Sur.
    En 1816, numerosas y bien pertrechadas fuerzas del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve comenzaron la invasión lusobrasileña de la Provincia Oriental y de la casi totalidad de Misiones, así como practicaban incursiones en las provincias de Corrientes y Entre Ríos.
    En 1821 la entonces llamada Provincia Oriental, anteriormente Banda Oriental y actual Uruguay, tras ser derrotado José Gervasio Artigas el año anterior en la Batalla de Tacuarembó, fue anexada al Brasil por Portugal con el nombre de Provincia Cisplatina.
    Cinco años después, en 1825, y con el apoyo del gobierno argentino, un grupo de orientales y de otras provincias, llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados por Juan Antonio Lavalleja, ingresó en la Provincia Oriental para desalojar a los ocupantes brasileños. A ellos se sumó oportunamente (tras haber servido a los brasileros) Fructuoso Rivera y en pocos meses logran retirar al ejército brasilero. El 25 de agosto de 1825, en el Congreso de Florida, se declaró la independencia del territorio oriental, y su unificación con las demás que conformaban las Provincias Unidas del Río de la Plata (actual Argentina).
    Pese a que al comienzo las fuerzas imperiales eran mayores a las rioplatenses, las Provincias Unidas lograron derrotar a Brasil luego de una lucha de tres años por tierra y mar; la batalla decisiva fue la de Ituzaingó. Sin embargo, los problemas económicos provocados por el bloqueo de la Armada de Brasil al puerto de Buenos Aires obligaron a aceptar reclamos brasileños por lo que finalmente, Bernardino Rivadavia envió al ministro Manuel José García a gestionar la paz. García firmó un tratado que luego sería conocido como el «tratado deshonroso», ya que reconocía la soberanía del Imperio sobre la Provincia Oriental y se comprometía a pagarle a Brasil una indemnización de guerra. El presidente Rivadavia rechazó el convenio y posteriormente presentaría su renuncia.
    El conflicto continuó hasta el 28 de agosto de 1828, cuando durante el gobierno de Manuel Dorrego se llegó a una Convención Preliminar de Paz, donde se disponía la independencia de la Provincia Oriental y el cese de las hostilidades.
    File:Juncal MuratureJose 1865.png

    Presidencia de Bernardino Rivadavia

    En 1824 se inauguró el Congreso Constituyente en la provincia de Bs. As. El mismo, dictó la Ley de Presidencia (que establecía un gobierno unificado, necesario a raíz de la Guerra con el Brasil) y la Ley de Capitalización (por el cual gran parte de la provincia de Bs. As. se convirtió en capital nacional)
    En 1826, Bernardino Rivadavia fue elegido Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
    El Congreso también sancionó la Constitución de 1826, que establecía la forma Representativa y Republicana bajo la unidad de régimen (mediante el cual los gobiernos provinciales quedaban bajo la total dependencia del presidente de la nación).
    Rivadavia llevó a cabo un plan de reformas con el fin de crear un estado moderno, y para eso necesitaba mejorar la situación financiera, política, militar y cultural del país. Sus reformas estaban influenciadas por el liberalismo: libertades políticas, garantías de la propiedad privada, incorporación almercado mundial y limitación del poder de la Iglesia.
    Su política económica se orientó a sostener la expansión de la ganadería, y por eso aplicó el sistema de enfiteusis, por el cual el gobierno bonaerense entregó importantes extensiones de tierras públicas en arrendamiento de largo plazo o perpetuidad a ricos propietarios.
    Por diversos motivos, Rivadavia renunció a la presidencia en 1827.


    Tema 5

    Unitarios y Federales
    Desde 1810 un problema constante fue la forma de organización política del estado. En relación a esto existieron dos posturas diferentes, cuyo enfrentamiento a caracterizado la política argentina hasta nuestros días.
    • 1- Régimen centralizado o unitario: sus partidarios querían organizar el país con un sistema liberal y centralizado. Querían transformar lacultura económica, social y política del país de acuerdo con los ideales del liberalismo político y económico. Defendían un gobierno central fuerte que administraría las provincias. Consideraban esencial dictar una constitución.
    • 2- Régimen descentralizado o federal: sus partidarios querían organizar el país en varios estados menores autónomos. Rechazaban el sistema liberal y centralizo. Querían conservar las estructuras económicas, sociales y políticas del país. No consideraban una necesidad laredacción de una constitución, antes optaron realizar pactos interprovinciales.
    Las ideas unitarias tuvieron mayor éxito en Buenos Aires y las federales en las provincias.



    Ambos sectores formaron bloques provinciales, que se mantuvieron enfrentados por muchos años.
    • 1- Liga unitaria: fue formada en 1830 bajo la hegemonía de José Maria Paz entre las siguientes provincias: Córdoba, La rioja, Mendoza, San Juan, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán y Salta. Conformaron una alianza ofensivo-defensivo y se comprometieron a no realizar tratados unilaterales y establecieron como objetivo común la constitución del estado nacional y la reunión de un congreso.
    • 2- Pacto Federal: fue firmado en 1831 entre Buenos Aires, Santa fe, Entre Ríos y Corrientes. La primacía política la tuvo el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Las provincias conformaron una alianza ofensivo-defensivo para auxiliarse militarmente. Adoptaron la forma republicana y federal. Establecieron la libertad de navegación de los ríos y acordaron la reunión de una comisión representativa.


    Tema 6

    La época de Rosas (1829-1852)

    Rosas gobernó la provincia de Buenos Aires en dos periodos: 1829-1832 y 1835-1852, y se convirtió en la figura de mayor relevancia política del país. La legislatura le otorgó facultades extraordinarias (manejo de las relaciones exteriores) y la suma de poder público (manejo de los tres poderesdel estado: ejecutivo, legislativo y judicial). Rosas restableció el orden en Buenos Aires e impuso su hegemonia sobre el resto de las provincias, sobre todo cuando los ejércitos federales derrotaron al ejercito unitario (luego de la derrota del General Paz, las provincias de la liga unitaria se adhirieron al pacto federal.


    En lo político, Rosas consideraba que todavía no era necesario dictar una Constitución, sino simplemente establecer Pactos Interprovinciales.
    En lo económico no aceptaba nacionalizar los ingresos que generaban las rentas de aduana en Buenos Aires.
    En lo ideológico, Rosas consideraba que el gobernante ideal era el autócrata paternal: el que ejerce el gobierno absoluto, pero actúa en forma protectora con sus seguidores.
    En lo social, Rosas contó con el apoyo de los sectores adinerados de Buenos Aires, vinculados a las actividades ganaderas y al comercio exterior, pero también tuvo gran adhesión de los sectores populares.
    Entre sus opositores estaban los unitarios exiliados del país y un grupo de jóvenes intelectuales (generación del 37") que defendían una política que tomaba elementos tanto del federalismo como de los unitarios. Su representante mas conocido fue Esteban Echeverría.
    En cuanto a la política exterior, Rosas tuvo dos enfrentamientos con Francia e Inglaterra:
    • 1- Bloqueo francés: a raíz de una ley de 18821 que obligaba al enrolamiento militar a los extranjeros, los franceses iniciaron el bloque del puerto de Buenos Aires. Buenos Aires cedió ante la presión francesa en 1840.
    • 2- Bloqueo anglofrancés: a raíz del sitio de Montevideo por parte de Buenos Aires, los comerciantes británicos y franceses se vieron perjudicados en sus negocios. A raíz de esto iniciaron un bloqueo de los puertos del Río de la Plata. Rosas defendió los intereses nacionales y no cedió a las presiones extranjeras. A raíz de esto, los ingleses se retiraron en 1847 y los franceses lo hicieron en 1849.
    Rosas fue vencido en la batalla de Caceros (1852) por el ejército de Justo José de Urquiza. Este gobernador de Entre Ríos se opuso a la política de Rosas y organizó el Ejército Grande (integrada por fuerzas argentinas, uruguayas y brasileñas) para hacerle frente.
    Buenos Aires y la confederación Argentina: (1852-1862)
    Luego de la derrota de Rosas en Caseros, se inició una nueva etapa para sentar las bases de la organización nacional. Varios factores dificultaron esta tarea:
    • Los conflictos entre Buenos Aires el litoral y el interior.
    • La falta de una autoridad nacional.
    • El atraso de los medios de transportes y comunicación.
    • La inestabilidad económica y política.
    En esas circunstancias era necesaria una alianza entre los sectores diligentes de las provincias. En 1852, Urquiza se reunió con los representantes de Santa Fe, Corrientes y Buenos Aires para firmar el Protocolo de Palermo, por el cual:
    • Se entregaba a Urquiza el manejo de las relaciones exteriores
    • Se proponía la reunión de un Congreso nacional
    Ese mismo año se firmó el Acuerdo de San Nicolás, que estableció la reunión de un Congreso Nacional en Santa Fe para dictar una constitución y nombrar a Urquiza como Director Provisorio de la Confederación. Además, el acuerdo determinaba la libertad de comercio, la libre navegación y ladistribución proporcional de las rentas aduaneras.


    De esta manera, a pesar de los conflictos con Buenos Aires, las provincias lograron llegar a un entendimiento que hizo posible el dictado de la Constitución de 1853 y la organización nacional bajo el sistema federal.
    Constitución Nacional de 1853
    La misma estableció el sistema representativo, republicano y federal de gobierno, que garantizaba los derechos de los ciudadanos y las autonomías provinciales. Dispuso además la libre navegación de los ríos y la distribución de las rentas nacionales.
    El 9 de Julio de 1853 todas las provincias, menos Buenos Aires (que dictó su propia constitución), juraron la Constitución Nacional de 1853.
    Situación económica:
    Buenos Aires: poseía el puerto, un activo comercio y los ingresos de la aduana. Contaba además con la organización institucional de la provincia, con una población elevada y con el importante desarrollo ganadero.
    La Confederación: tuvo que enfrentar diversos problemas económicos, al no contar con los ingresos de la aduana y no poder atraer capitales extranjeros para invertir en la región. Tanto en lo financiero como en lo político, la Confederación dependía de la provincia de Entre Ríos, y sus recursos eran escasos para sostener al estado nacional.
    La creciente tención entre Buenos Aires y la Confederación llevó al enfrentamiento de los ejércitos. Las fuerzas de Buenos Aires, dirigidas por Mitre, y las de la Confederación dirigidas por Urquiza, protagonizaron la batalla de Cepeda (1859) en la que Mitre fue derrotado. Como consecuencia de este enfrentamiento se firmó el Pacto de San José de Flores, por el cual:
    • Buenos Aires se declaraba integrante de la Confederación y aceptaba revisar la constitución de 1853
    • La aduana pasaba al poder de la nación.



    Nuevos desacuerdos entre Buenos Aires y la Confederación llevaron a un segundo enfrentamiento en la batalla de Pavón (1861), en la que triunfaron las fuerzas de Mitre, quien ese mismo año fue elegido presidente del país, que tomó el nombre de República Argentina.


    Breve historia Argentina

    Argentina indígena 
    La población del actual territorio argentino a la llegada de los españoles a principios del siglo XVI sumaba unas 330.000 personas agrupadas en una veintena de grupos étnicos. Los habitantes del Noroeste, las  Centrales y la Mesopotámica practicaban la agricultura, mientras que el resto del territorio estaba ocupado por grupos de cazadores-recolectores. Las culturas más extendidas fueron los diaguitas al Noroeste, los guaraníes, los tupíes, los tobas y los guaycurúes en el Noreste, los pampas en el centro y los tehuelches, mapuches y onas en el Sur. 

    Conquista y colonización 
    En 1536 Don Pedro de Mendoza fundó Santa María de los Buenos Ayres, la primera ciudad argentina. La miseria y el hambre doblegaron a Mendoza y su gente y Buenos Aires quedó despoblada hasta su segunda fundación por Juan de Garay en 1580. Las ciudades argentinas fueron fundadas por conquistadores que provenían de distintas zonas de América. La corriente pobladora del este, llegada desde España, tomó como base de operaciones la ciudad de Asunción y fundó las ciudades litorales. La que vino desde el Perú ocupó el Tucumán, como se llamaba entonces a todo el Noroeste argentino. Las ciudades cuyanas fueron fundadas por la corriente proveniente de Chile. 

    La etapa colonial 
    Lo que hoy es la Argentina perteneció al virreinato del Perú hasta que en 1776 el rey Carlos III creó el Virreinato del Río de la Plata, cuyo primer virrey fue Pedro de Ceballos. La capital, Buenos Aires, se convirtió en un gran puerto comercial y se incrementó notablemente la exportación de cueros, tasajo y de la plata proveniente de las minas del Potosí. El sistema de monopolio impuesto por España prohibía comerciar con otro país que no fuera la propia España. Esto encarecía notablemente los productos y complicaba la exportación. En 1806 y 1807 se produjeron dos invasiones inglesas, que fueron rechazadas por el pueblo de Buenos Aires, alistado en milicias de criollos y españoles. En cada milicia, los jefes y oficiales fueron elegidos democráticamente por sus integrantes. Las milicias se transformaron en centros de discusión política. 

    La revolución 
    Las invasiones inglesas demostraron que España estaba seriamente debilitada y que no podía ni abastecer correctamente ni defender a sus colonias. La ocupación francesa de España por Napoleón, la captura de del Rey Carlos IV y su hijo Fernando VII y la caída de la Junta Central de Sevilla decidieron a los criollos a actuar. El 25 de mayo de 1810 se formó la Primera Junta de gobierno presidida por Cornelio Saavedra, que puso fin al período virreinal. Mariano Moreno, secretario de la Junta, llevará adelante una política revolucionaria tendiente a fomentar el libre comercio y a sentar las bases para una futura independencia. 

    La etapa revolucionaria 
    Entre 1810 y 1820 se vive un clima de gran inestabilidad política. Se suceden los gobiernos (Primera Junta (1810), Junta Grande (1811), Triunviratos (1811-1814) y el Directorio (1814-1820) que no pueden consolidar su poder y deben hacer frente a la guerra contra España. En esta lucha se destacarán Manuel Belgrano, José de San Martín, llegado al país en 1812, y Martín Miguel de Güemes. Las campañas sanmartinianas terminarán, tras liberar a Chile, con el centro del poder español de Lima. El 9 de julio de 1816 un congreso de diputados de las Provincias Unidas proclamó la independencia y en 1819 dictó una constitución centralista que despertó el enojo de las provincias, celosas de su autonomía. 

    Unitarios y federales 
    A partir de 1819 en el país se fueron definiendo claramente dos tendencias políticas: los federales, partidarios de las autonomías provinciales, y los unitarios, partidarios del poder central de Buenos Aires. Estas disputas políticas desembocaron en una larga guerra civil cuyo primer episodio fue la batalla de Cepeda en febrero de 1820, cuando los caudillos federales de Santa Fe, Estanislao López, y de Entre Ríos, Francisco Ramírez, derrocaron al directorio. A partir de entonces, cada provincia se gobernará por su cuenta. La principal beneficiada por la situación será Buenos Aires, la provincia más rica, que retendrá para sí las rentas de la Aduana y los negocios del puerto. 

    La etapa rosista 
    En 1829 uno de los estancieros más poderosos de la provincia, Juan Manuel de Rosas, asumió la gobernación de Buenos Aires y ejerció una enorme influencia sobre todo el país. A partir de entonces y hasta su caída en 1852, retendrá el poder en forma autoritaria, persiguiendo duramente a sus opositores y censurando a la prensa, aunque contando con el apoyo de amplios sectores del pueblo y de las clases altas porteñas. Durante el rosismo creció enormemente la actividad ganadera bonaerense, las exportaciones y algunas industrias del interior que fueron protegidas gracias a la Ley de Aduanas. Rosas se opuso a la organización nacional y a la sanción de una constitución, porque ello hubiera significado el reparto de las rentas aduaneras al resto del país y la pérdida de la hegemonía porteña. 

    La Secesión 
    Justo José de Urquiza era gobernador de Entre Ríos, una provincia productora de ganado como Buenos Aires que se veía seriamente perjudicada por la política de Rosas, que no permitía la libre navegación de los ríos y frenaba el comercio y el desarrollo provinciales. En 1851, Urquiza se pronunció contra Rosas y formó, con ayuda brasileña, el Ejercito Grande con el que derrotó definitivamente a Rosas en Caseros el 3 de febrero de 1852. Urquiza convocó a un Congreso Constituyente en Santa Fe que en mayo de 1853 sancionó la Constitución Nacional. Pero aunque ya no estaba Rosas, los intereses de la clase alta porteña seguían siendo los mismos y Bartolomé Mitre y Adolfo Alsina, dieron un golpe de estado, conocido como la "Revolución del 11 de Septiembre de 1852". A partir de entonces, el país quedó por casi diez años dividido en dos: el Estado de Buenos Aires y la Confederación (el resto de las provincias con capital en Paraná). La separación duró casi diez años, hasta que en septiembre de 1861, el líder porteño Bartolomé Mitre derrotó a Urquiza en Pavón y unificó al país bajo la tutela porteña. 

    La organización nacional 
    A partir Pavón se sucedieron los gobiernos de Bartolomé Mitre (1862-68), Domingo F. Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880), quienes concretaron la derrota de las oposiciones del interior, la ocupación del todo el territorio nacional y la organización institucional del país fomentando la educación, la agricultura, las comunicaciones, los transportes, la inmigración y la incorporación de la Argentina al mercado mundial como proveedora de materias primas y compradora de manufacturas. 

    La república conservadora 
    En 1880 llegó al poder el general Julio A. Roca, quien consolidó el modelo económico agroexportador y el modelo político conservador basado en el fraude electoral y la exclusión de la mayoría de la población de la vida política. Se incrementaron notablemente las inversiones inglesas en bancos, frigoríficos y ferrocarriles y creció nuestra deuda externa. A partir de la crisis de 1890 surgieron las oposiciones al régimen. Por el lado político, la Unión Cívica Radical luchaba por la limpieza electoral y contra la corrupción, mientras que, por el lado social, el movimiento obrero peleaba por la dignidad de los trabajadores desde los gremios socialista y anarquista. 

    La reforma electoral 
    La lucha radical, expresada en las revoluciones de 1893 y 1905, y el creciente descontento social, expresado por innumerables huelgas, llevarán a un sector de la clase dominante a impulsar una reforma electoral que calme los ánimos y traslade la discusión política de las calles al parlamento. En 1912, el presidente Roque Sáenz Peña logró la sanción de la ley que lleva su nombre y que establece el voto secreto y obligatorio. 

    La etapa radical 
    La aplicación de Ley Sáenz Peña hizo posible la llegada del radicalismo al gobierno. Los radicales gobernarán el país entre 1916 y 1930 bajo las presidencias de Hipólito Yrigoyen (1916-1922) (1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928), e impulsarán importantes cambios tendientes a la ampliación de la participación ciudadana, la democratización de la sociedad, la nacionalización del petróleo y la difusión de la enseñanza universitaria. El período no estuvo exento de conflictos sociales derivados de las graves condiciones de vida de los trabajadores. Algunas de sus protestas, como la de la Semana Trágica y la de la Patagonia, fueron duramente reprimidas con miles de trabajadores detenidos y centenares de muertos. 

    La década infame 
    El 6 de septiembre de 1930 los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo encabezaron un golpe de estado, apoyado por grupos políticos conservadores, y expulsaron del gobierno a Yrigoyen inaugurando un período en el que volvió el fraude electoral y la exclusión política de las mayorías. En 1933 se firmó el Pacto Roca-Runciman con Inglaterra que aumentó enormemente la dependencia Argentina con ese país. Se sucedieron los gobiernos conservadores (el general Uriburu, entre 1930 y 1932; el general Justo, entre 1932 y 38; Roberto Ortiz, entre 1938 y 1942, y Ramón Castillo, entre 1942 y 1943), que se desentendieron de los padecimientos de los sectores populares y beneficiaron con sus políticas a los grupos y familias más poderosas del país. 

    La etapa peronista 
    En 1943 un grupo de militares nacionalistas dio un golpe de estado y derrocó al presidente Castillo. Dentro de este grupo se destacó el coronel Juan Domingo Perón, quien, desde la secretaría de Trabajo y Previsión, llevará adelante un política tendiente a mejorar la legislación laboral y social (vacaciones pagas, jubilaciones, tribunales de trabajo). El apoyo popular a Perón lo llevará al gobierno en las elecciones de 1946. Durante sus dos presidencias (1946-1952 y 1952-1955) Perón, que ejercerá el poder limitando el accionar de la oposición y censurando a la prensa, impulsará una política que combinaba el impulso de la industria, el empleo, las comunicaciones y los transportes, con la acción social desarrollada por Eva Perón a través de la construcción de hospitales, escuelas, hogares para niños y ancianos, y ayuda económica para los más pobres. 

    La inestabilidad política 
    En 1955 un nuevo golpe militar derrocó a Perón, quien marchó al exilio. A partir de entonces y hasta 1973, los peronistas no podrán votar por su partido. En ese período habrá dos presidentes civiles, Arturo Frondizi (1958-62) y Arturo Illia (1963-66) que intentarán impulsar el desarrollo nacional y poner fin a la proscripción del peronismo. Ambos serán derrocados por golpes militares. El golpe del ’66, llamado Revolución Argentina, se prolongó en el poder por siete años hasta que la presión popular expresada en violentas protestas como el Cordobazo y en la aparición de grupos guerrilleros, obligó a los militares a llamar a elecciones el 11 de marzo de 1973. El candidato peronista, Héctor Cámpora, resultó electo. 

    El regreso del peronismo 
    Entre 1973 y 1976 gobernó nuevamente el peronismo con cuatro presidentes (Cámpora, 1973; Lastiri, 1973; Perón, 1973-1974; e Isabel Perón 1974-1976), quienes intentaron retomar algunas de las medidas sociales del primer peronismo, como el impulso de la industria y la acción social, el mejoramiento de los sueldos y el control de precios. Pero los conflictos internos del movimiento peronista y la guerrilla, sumados a la crisis económica mundial de 1973, complicaron las cosas que se agravaron aun más con la muerte de Perón en 1974 y la incapacidad de su sucesora Isabel Perón para conducir el país. Esta crisis fue utilizada como excusa para terminar con el gobierno democrático y dar un nuevo golpe militar. 

    La dictadura 
    La dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983 contó con el decisivo respaldo de los grandes grupos económicos nacionales y el financiamiento permanente de los grandes bancos internacionales y los organismos internacionales de crédito como el Banco Mundial y el FMI. El saldo de su gestión fue el de miles de muertos y desaparecidos, centenares de miles de exiliados, la derrota del Ejército argentino en Malvinas, la multiplicación de la deuda externa por cinco, la destrucción de gran parte del aparato productivo nacional y la quiebra y el vaciamiento de la totalidad de las empresas públicas a causa de la corrupción de sus directivos. 

    La democracia 
    Desde 1983, el país vive en democracia restableciéndose las libertades públicas y los derechos humanos, y la cultura argentina volvió a destacarse en el mundo La herencia dejada por la dictadura militar fue muy pesada y los sucesivos gobiernos (Raúl Alfonsín, 1983-1989 y Carlos Menem 1989-1999) vieron condicionados sus planes sociales y políticos por las presiones económicas. Menem entendió que la solución pasaba por una política de privatizaciones. Esta política generó una breve etapa de bienestar (1991-1995), pero que concluyó con una profunda crisis que generó desocupación y aumentó notablemente la deuda externa.